Mi primera piedra verdaderamente histórica.
En la parte superior del casco antiguo de Puebla de Sanabria, el castillo está sorprendentemente bien conservado.
En un promontorio empinado, domina el río y los accesos entre Galicia, Castilla y Portugal.
Por eso fue el escenario de feroces batallas en el siglo XVII durante la guerra de la Independencia de Portugal; en 1810 fue asalto por los franceses, que los portugueses, aliados de los ingleses, expulsaron pocos meses después (cabe denunciar un vez más los estragos de las tropas napoleónicas en España y su papel en la decadencia española).
Sin embargo, el castillo parece intacto.
Curiosamente encaramado en la pared más alta, la del torreón (llamada El Macho), un pequeño bloque de arena aglomerada (¿o granito poco comprimido?).
Lo tomo.