12 de septiembre
6 ª etapa: Xunqueira Laza: 35 km, 900 m ascenso + 900 abajo;

En un día dos etapas del programa previsional, solo poquito cansado llegando.

A las 8:30, parece madrugada, porque en este extremo oeste de Europa el horario de verano tiene 3 horas por delante del sol
Todo está cerrado hasta las 10 de la mañana, la señora de la casa me ofrece un café solo, y me explica que la casa partenecía a un ministro de Franco. Dormí en la cama de un ministro de Franco ¡!!!! Arriba España jajaja!!!!!

Escalada en el bosque de robles hacia un primer paso: luego los páramos dominan los valles donde la neblina se queda.
Descender después hacia una meseta extraña que parece trozo de meseta castellana perdida, totalmente horizontal; ancho camino que corre recto por kilómetros a través de trigo cortado, olores de paja: puro placer de andador.
Después de una gran aldea agrícola feminista (donde son las mujeres quienes dirigen los tractores y cumplen todas las tareas agrícolas), subida en las bahías y los brezales hasta 1000 m, con pequeñas nubes caritativas para el peregrino, que evitan asfixia.

En la parte superior, todo cambia: sierras pesadas, rayadas con caminos anti-incendio, el pino reemplaza el roble, sin aldea ni casa aislada, ... lo habrás entendido, cambiamos de piedra, pasando del granito a un esquisto friable.
También pasamos aquí línea de comparte de aguas, entre la cuenca del Miño y del Duero.
Mi primera ruptura radical de paisaje. Soledades, no más horreos para secar el maíz (ya soy nostálgico)
Abajo el laaaaaarguisimo descenso, hacia el valle irrigado.

El evento del día fue el encuentro con Juan Alberto Pintos Lecuna: desde mi salida, le seguía por Facebook en un grupo dedicado a la Via de la plata.
Alrededor de la hora prevista, lo veo de pie en un bosque de robles : “Qué tal Juan?”. Él es uruguayo, vive en Toronto y ya tiene una muy buena experiencia del camino.
Conocía mi proyecto, la historia de piedras, me da muchos consejos sobre los eruditos que ver en Extremadura, los pequeños restaurantes para cambiar del menú del día. .. larga conversación con un desconocido tan familiar, encuentro mágico del camino.
Si no siempre 6 peregrinos cruzados en el día mención especial a la pareja belga, encantador.

Momento de pánico a la llegada: no hay distribuidor (es sin embargo un gran pueblo), nadie toma el tarjeta y me queda solo 8 euros. Afortunadamente el hijo del carnicero es un nerd barbudo que se carga la cuenta por móvil y me evita dormir fuera sin ni siquiera el menú del dia que es de 9 euros
Bueno; mañana lluvia y el camino parece resbaladizo: cuidado al coxys (?)
Les anunciaré mañana la próxima apertura en París de la primera instalación de los piedras que envío (soy suuuuper contento)

PD: pasé definitivamente al café con leche; Inevitable después de 10 días en España ...

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