4 de septiembre.
Rápidamente me salvé de la locura turi-peregrina del centro histórico para ir a la ciudad moderna, mas auténtica.
En frente de un edificio en renovación, una hermosa pila de escombros en su polvo. Ladrillos y cemento.
Ellos también tienen su historia que contar: los edificios que se construyeron rápidamente y pasaron de moda; paredes demasiado finos; la crisis inmobiliaria y social.
Piezas de vida tan conmovedoras como las venerables sillares.